16 de Julio de 1950
El partido quiso el destino y los resultados que resultara una final entre Brasil y Uruguay se jugaría ante 200,000 personas en el Maracaná, todas esperando la coronación local. Brasil venía de anotar la exorbitante cantidad de 13 goles en 2 partidos, ante su gente y en el estadio que construyeron para ser campeones, y sólo necesitaban empatar para coronarse. Pero los uruguayos estaban ahí.
Obdulio Varela, capitán uruguayo, les dijo a sus compañeros ‘Si salimos a defendernos, nuestro destino no será distinto al de Suecia y España. Muchachos, los de afuera son de palo, Salgan tranquilos, no miren para arriba. Nunca miren a la tribuna… EL PARTIDO SE JUEGA ABAJO“.’ Los jugadores uruguayos luego admitirían que el discurso de su capitán sería la clave para lo que vendría después. ¡Nosotros vamos a ganar este partido!’ le había dicho Obdulio a quienes estaban pensando en una derrota
Brasil, se sentía campeon antes de jugar, inclusive la gente había preparado un carnaval improvisado previo al partido para celebrar el campeonato de Brasil.
El partido comenzó como se suponía que sería, con Brasil embistiendo a la defensa charrúa como en los juegos anteriores, pero Uruguay resistió heroicamente y al descanso lograron mantener el 0-0, y con ello, aunque el resultado seguía favoreciendo a Brasil, enfriaron un poco el ambiente triunfalista del Maracaná.
En el segundo tiempo, la euforia apareció, cuando Friaca cruzó al arquero Máspoli en el minuto 2 del segundo tiempo. ¡GOL DE BRASIL! Maracaná se venía abajo. Sin embargo, Varela, el capitán uruguayo tras el gol, fue quien preparó lo que vendría después. Caminó lentamente hacia su portería, tomó el balón y con él en mano, se fue a protestarle al árbitro inglés George Reader por un supuesto fuera de lugar. Varela lo único que quería era retrasar la reanudación. Tras discutir con el árbitro y con el público y rival enfriados, lentamente puso el balón en el centro de la cancha, y les dijo a sus compañeros ‘ahora a ganar el partido’. Uruguay recién había recibido el gol en contra pero por primera vez se dio cuenta que el rival era vulnerable.
Juan Alberto Schiaffino al 66 iniciaría la tragedia brasileña, cuando aprovechó un centro raso en el área brasileña para elevar el balón lo suficiente como para vencer a Barbosa, el portero local. La gente se congeló con el gol, y el rival también. Roque Máspoli luego comentaría que en una jugada siguiente, al ayudar a un brasileño a levantarse: “ellos no respondían…en una jugada, un muchacho brasileño se cayó, lo ayudé a levantarse y le palmeé la cara, porque nos conocíamos todos, ¡Estaba helado, pálido! El empate los mató“.
Y así es, al minuto 79, sobrevino la tragedia. Alcides Ghiggia desbordaba por la banda derecha uruguaya, como si fuese a centrar, el arquero Barbosa se adelantó unos pasos, dando el primer poste, Ghiggia percatándose de ello, en lugar de hacer lo lógico y centrar, decidió tirar al primer palo. GOL DE URUGUAY.
Ghiggia comentaría: “Barboza hizo lo lógico y yo lo ilógico, sólo tres personas silenciaron el Maracaná: el Papa, Frank Sinatra… y yo’’. Uruguay estaba ganando 2-1. El Maracaná no lo creía, Jules Rimet comentaría que el silencio que en ese momento había en el Maracaná era más allá de lo creíble. Quedaban 11 minutos pero Brasil ya estaba derrotado, aun logrando apretar a Uruguay lo suficiente como para generar peligro incluyendo 8 córneres seguidos, Uruguay resistió heroico. Las lágrimas de la afición aparecían. Se acabó ¡URUGUAY ERA CAMPEÓN DEL MUNDO POR SEGUNDA VEZ!
Fuente: www.auf.org.uy
Imagén: http://i.imgur.com/OKmlg.jpg
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