A los que hace 84 años creyeron posible realizar este sueño,
y nos permiten día a día seguir perfeccionándolo,
para los que no están, para los que
pasaron y dejaron su huella.
Y a los que nos enseñan, para que en el futuro se siga
pisando firme, gracias.
Podrán pasar los años, pero la pasión, el sentimiento y el
SALUS seguirán latiendo.